En estas fechas vuelvo otra vez al cementerio, mi mayor sorpresa es un monumento conmemorativo que representa una espiral de victimas del franquismo que fueron asesinadas junto a las tapias del Cementerio de Torrero, 3.542 victimas en total.
Las encontraron en dos zanjas de 500 metros de largo amontonados los cadáveres de las víctimas.
Una gran espiral de unos 500 metros formada por 3542 placas de acero de 90 cm de altura, ordenadas cronológicamente, según el día, el mes y año del fusilamiento, una por cada fusilado y en la que esta troquelado el nombre de la victima.
En el centro de la espiral un escultura cúbica roja, en un lado una frase de Cerduna que dice; Recuérdalo tú, recuérdalo a otros. Con nombre son 2.935 y que carecen de nombre 607 que sólo pone Hombre o Mujer, eso si la fecha de ejecución. El mayor es un anciano de 83 años y el más joven, un niño de 13.
Gracias a Julián Casanova y su equipo se encargaron de la investigación para saber la identidad, el escultor Miguel Angel Arrudi han construido el cubo, el diseñador es Fernando Bayo. Es un caso único, en ninguna ciudad española habían construido un monumento a las victimas republicanas que fueron asesinadas.
Qué nunca más volvamos a ver monumentos conmemorativos…
Las encontraron en dos zanjas de 500 metros de largo amontonados los cadáveres de las víctimas.
Una gran espiral de unos 500 metros formada por 3542 placas de acero de 90 cm de altura, ordenadas cronológicamente, según el día, el mes y año del fusilamiento, una por cada fusilado y en la que esta troquelado el nombre de la victima.
En el centro de la espiral un escultura cúbica roja, en un lado una frase de Cerduna que dice; Recuérdalo tú, recuérdalo a otros. Con nombre son 2.935 y que carecen de nombre 607 que sólo pone Hombre o Mujer, eso si la fecha de ejecución. El mayor es un anciano de 83 años y el más joven, un niño de 13.
Gracias a Julián Casanova y su equipo se encargaron de la investigación para saber la identidad, el escultor Miguel Angel Arrudi han construido el cubo, el diseñador es Fernando Bayo. Es un caso único, en ninguna ciudad española habían construido un monumento a las victimas republicanas que fueron asesinadas.
Qué nunca más volvamos a ver monumentos conmemorativos…
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