lunes, 31 de agosto de 2009

EL ERROR QUE UNA VEZ COMETI


Me levanto de la cama empapada, me miro y estoy llena de sangre, pero no es la mía no llevo heridas. Que extraña sensación, ultimo recuerdo era un dolor angustiante y ahora me siento en paz.

Me dirijo al baño, observo que mi casa esta más iluminosa, me miro en el espejo y veo que ha desaparecido la sangre.

Solo tengo en las manos pequeñas heridas, ¿Con que me las he hecho? pensé, ¿Cuando me caí? No recuerdo.

El aire empezó a enturbiase como si la casa estuviera vacía y hace tiempo sin ventilar. Salgo a la calle, observando y alguien me saluda, no recuerdo quien es, pero ese saludo se dirigía a la rubia que estaba detrás de mí.

Sigo paseando pero de repente me llega un flash en la cabeza y mis manos vuelven a sangrar. ¿Pero que me esta pasando?, ¿No tengo heridas?

Pierdo la inconsciencia, al volver en si, estoy en una habitación, una mujer llorando y dice; No puedo mas, no quiero vivir, mientras se corta las venas, las mías empieza brotar sangre.

Me di cuenta el error que cometí

2 comentarios:

Doberka dijo...

Hay errores irreversibles. Áparta esos pensamientos, ¡chiquilla! que tenemos que dar mucha, mucha guerra todavía y nos queda mucho por bailar rubita, jejeje.

Besos

wallander dijo...

Pharos, reina de la sonrisa alegre, catapulta de ilusiones y proyectista de las mejores y divertidas reuniones: ¿dóde vas con semejantes pensamientos destructorese ideas aneantistas? Ya no es la primera vez que te leo por semejantes infectas vaguadas y aunque conozco´cómo siempre sales con nuevos e impetuosos refuerzos que hacen que el Pharo Alejandrino reberbere con inusitada luminosidad, no puedo evitar imaginarte triste, apesadumbrada y tal vez dolorida..., cuando tenías y escribías estos pensamientos.
¡Aléjalos! vive y se feliz. Un buen beso