martes, 19 de mayo de 2009

EL AUTOBUS

Una adolescente llena de granos con pus, a punto de reventar, asiente al ritmo de la música, cerrando los ojos, no queriendo ver a nadie de su alrededor, con los pies en alto ocupando otro asiento. La señora de al lado, de pie, mirando a la chica, la forma de sentarse, ocupando un sitio que no ha pagado y quejándose de la mala educación, de los jóvenes en el día de hoy.

Un señor obeso, bajo, con un bigote a lo Dalí, mira a la mujer estupenda, que acaba de entrar, deseando que una de esas noches solitarias, estuviera cerca de su cama, la señora tan estupenda con tacones acaba de tener una encuentro apasionado con el noveno amante y buscando al décimo, que quizás, ¡quién sabe! podría ser el hombre patético con el bigote a lo Dalí.

Al otro lado del autobús, una madre poniendo orden entre sus hijos impertinentes y mal educados, el más mayor se saca los mocos pegándolos en la ventanilla y el pequeño está todo el tiempo llorando, porque quiere, el chupa chus del niño de al lado y éste, con cara de indiferencia y de superioridad, porque tiene lo que el otro no quiere, se esconde debajo de las faldas de su madre y que habla como una cotorra por el móvil diciendo lo mal que se porto su hijo en colegio, las comadres del niño cuchichean, al ver entrar al revisor, pensando en que parte del saco bolso ha dejado el billete de autobús , el conductor ajeno a todo esto ir y venir de gentes y personas, solo piensa en llegar a tiempo el trayecto y cómo le explotan en este trabajo sin días de descanso y un bajo salario.

No hay comentarios: